El Puente de Hierro

A principios del siglo XX, la Junta de Aguas de Elche decidió ejecutar el viejo proyecto de desviación y canalización del Vinalopó antes de su entrada en el pantano. De esta manera se pretendía mejorar el riego del campo ilicitano a la vez que se evitaba de una vez por todas que las aguas dulces del río se contaminasen a su paso por los terrenos ricos en sales que conforman el vaso del embalse. La obra fue proyectada y dirigida entre 1906 y 1910 por el ingeniero de caminos Próspero Lafarga, de reconocida fama en aquellos años por la construcción en Alcoy del viaducto de Canalejas.
Para la materialización del proyecto fue necesaria la compra y posterior reforma de la presa del Molino de Pavía (antes conocido como Molino de la Viuda), situada en la garganta formada entre las sierras del Colmenar y el Tabayá. Aquí comienza el canal de derivación de las aguas del río, que en su primer tramo discurre oculto a través de un túnel de 723 metros de longitud que atraviesa la sierra del Tabayá. La entrada de las aguas en el canal era controlada por un guarda desde el edificio anexo, construido a modo de pequeño castillo almenado; para ello se instaló una doble compuerta de toma protegida por rejas.
Para permitir el acceso a la caseta desde el camino se levantó sobre el azud una bella pasarela metálica de veinte metros de luz, conocida popularmente como el Puente de Hierro. Por desgracia, su estructura no pudo soportar la histórica riada de octubre de 1982, que la arrancó de su emplazamiento arrastrándola 500 metros río abajo, donde actualmente se encuentra oculta entre las cañas.

Autor del texto: Felipe Mejías López